Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de 2009

Relatos de un difunto (I)

 (Dibujo : Passofinno) Mi teniente y yo pertenecíamos al cuarto pelotón de la compañía Caldas, del cual, él era   su comandante. El nombre del batallón no deseo recordarlo, o más bien -de tanto ignorarlo- ya lo olvidé, igual como lo hice con otros momentos amargos que allí viví y que poco a poco, uno a uno hasta lograrlo; los fui borrando de mi memoria como se borran los recuerdos dañinos que no dejan dormir: ¡ahogándoles en los duerme velas! Un día, -que ese sí no pude olvidar por haber experimentado en mi ser una gran sensación de libertad- al verme fuera por primera vez en varios meses de esa cloaca que aspiraba a cuartel, sálimos con el fin de cumplir una misión; La primera para mis lanzas y yo, y la no sé que de tantas para mi teniente, al que  respetábamos  y admirábamos por considerarlo un verdadero oficial del ejército, a pesar de sus malos tratos que solo eran de palabra, pues nunca llegaba al punto de agredirnos  físicamente  inculcándonos así el respeto mutuo

En tu mirada

( Dibujo: Passofinno) Mis faros mis guías Están en tu mirada, Mi esquife a la deriva La busca con afán  El badajo no suena La alerta en la campana  ¡Tilín  tilán! Debería sonar  Tu ojo izquierdo atrapó una estrella, A buen puerto ella Es la que me lleva  Posdata: Cuando sueñes Duerme con un ojo abierto, No olvides que debe ser El que ilumina 

Pasaban los días

    (Dibujo y letra: Passofinno ) Pasaban los días y lo que más temía era que tu flor de loto se marchitara.  El mustia me amenazaba con apoderarse de tus pétalos. Pensaba en ti al cerrar los ojos y con ellos abiertos también te pensaba. Sé que estabas preocupada y el haber sido yo la causa de esa angustia me avergonzaba, porque te juro amor que fue el tiempo el que se confabuló en contra de mi voluntad. Pasaban los días, y aunque mi deseo estaba libre y mi ilusión en su sueño seguía intacta; mis pies dejaban huellas en la distancia, luchaba contra el viento para que las borrara pero el viento era más fuerte que yo, me llevaba con su fuerza a la tierra donde el olvido es alimento y para calmar la sed se beben las lágrimas. No estaba huyendo, simplemente el destino como siempre es mi dueño y si así lo desea me aleja de lo que mas quiero, es mi tirano y mi amo ... Pasaban los días y el no saber de ti abrió las puertas de mi báratro, soltó mis diablos, me rebelé al destino

Me hubiera gustado...

Me hubiera gustado decirle tantas cosas pero las ganas se me detuvieron el subconciente es más sabio reacciona más veloz. Quise darle marcha atrás meter la reversa, si sigo el rumbo de ese deseo término insultandola y eso es algo que no me perdonaría jamás me sentiriá extraño como si no fuera yo. No acostumbro a ofender lo que mas quiero aunque a veces como el Chavo del ocho sin querer queriendo lo he hecho y es algo de lo que no me ufano por el contrario es un karma negro que evito y no quiero vuelva a suceder prefiero salir huyendo y como Napoleón ganarle a Ella la batalla yéndome en silencio con un desdén en mi rostro aunque dice Unamuno: "A veces el silencio es la peor mentira" ¿ Será verdad ?.... Me hubiera gustado decirle tantas cosas pero me arrepentí a tiempo ...

¡JALOGÜIN!

Nunca le podía decir que no, a todo lo que me decía siempre le dije que sí. Si me preguntaba que si iba a amanecer con ella, azurrunchaito en la cama haciendo cositas; automáticamente le decía que sí aunque tuviera mil cosas más para hacer, y a sabiendas de lo que me esperaba al llegar al otro día a la casa.  Si me preguntaba el querer repetir la dosis después de la cuarta, yo le decía que sí, que no había quinto malo. Qué sí la quería ¡qué si! Qué si la amaba ¡qué si! Qué si le era fiel ¡qué sí! Que si el mundo le daba  ¡qué sí que a sus pies! ¿Qué, qué, qué, qué? ¡Sí, sí, sí, sí! Era imposible resistirse a su tentación, la voluntad se albergaba en mi falo sin querer salir de su punto "G" . Era tentadora con solo verla, su mirada tenía todas mis respuestas ¡para que preguntar! sus piernas moldeadas por el deseo me despertaban un zururú dentro de mi piel, algo así como una ansiedad, un tembleque disimulado, un cosquilleo delicioso e irresistible en mis genitales; t

¡Alegría!

A veces, uno quisiera con sonoras carcajadas, atrapar la alegría en una sonrisa eterna. Pero, se nos olvida que la alegría es libre, autónoma, esporádica y digna sin repostar, cuando llega no acepta lazos ni cadenas que la aten. Ella llega sin tapujos ni rodeos, va directo como por dentro de un tubo, besa como brisa fresca, acaricia como flor suave de amapola; está con uno lo que ella quiera estar, domina sin tallar, abraza fuerte y no ahoga; luego, como vino se va, sin pedir permiso, sin decir adiós, sin dejarse atrapar... La alegría es dueña de sí, tiene su propia personalidad y su carácter no es variable, aunque ría y llore no por ello deja de ser alegría. A mi me gusta sentirme alegre, debe ser, porque muy pocas veces así lo estoy. Sentir esa emoción es como levitar al caminar: el infierno está más abajo, parece no existir y al cielo podemos alcanzar, si alzamos las manos le hacemos cosquillas. Todo es posible en ese instante donde la alegría tiembla sin cesar como una

Mi Sonrisa

Las sonrisas estaban a la orden del día Eran muy sonoras, desde lejos se escuchaban. Yo buscaba con afán la mía  Por más que intentaba no la encontraba Rebuscaba aquí, allí y allá y nada, No era posible ese encuentro  Le preguntÉ a dos lágrimas Que caminaban cabizbajas Si por casualidad en su camino Habían escuchado algunas carcajadas ... Ninguna de las dos quiso responder Sus voces estaban gastadas Y en sus labios no había fuerza. El llanto se lleva todo Eso lo sé yo de memoria, Hay veces que seca al lagrimal  P.D: Está historia continuará  No sé cuándo  Pero lo hará . Quizás sea Cuando encuentre Mi ánimo o mi sonrisa

Cuando pienso en ti

Cuando pienso en ti Me vuelvo goloso  Me antojo de todo  Quiero devorar versos Tragar poemas  Masticar cada letra . Cuando pienso en ti La poesía se hace manjar Dulce de chocolate  Dona de chantilly, Sumo la gula a mis pecados  Uno más a la cuenta  Soy goloso y antojado. Cuando pienso en ti  Pierdo el miedo a engordarme Y no le temo a mi condena.

¡Salta!

Te regalo mis distancias Para que acorten las tuyas  Necesito que saltes Sin mirar al vació  No te de miedo amor  Mis manos son un colchón  De plumas fuertes para atajarte Suaves para amortiguar el vuelo  Sin pautas a la duda... ¡Salta yá!

El reloj de Julieta

Vuelvo y miro el reloj  El tiempo está llegando  Antes de que se gasten los minutos Mi loco afán los devora  Como granitos de arena  Los segundos marcan sus pasos  ... Otra hora más y no llegas ... Pero siento el aroma... ¡Sé que vendrás!

Por uno de tus Besos

Por uno de tus besos  Como aquél poeta No sabría que darte  Quizás, mi generosidad sería poca  De ella, es dueña tus labios Pero, mi amor... ¡Mi Amor sería el más Grande! ¡Pruébame! ... ¡Prueba al besarme!

Te desvaneces

Cada vez que intento tocarte Mis manos traspasan tu cuerpo  Insisto, te veo, estás ahí  Y, al besarte, te desvaneces... Sé que no es un sueño Porqué me pellizco, Tampoco una ilusión Porque duele la piel. Tocarte, más besarte Debería sumar en mis matemáticas. Restar y dividir Fue lo que te volvió invisible 

¡Crash!

Se tejía en pensamientos De puntadas la esperanza La rueca de la ilusión Hilaba fino los sueños. La estupidez de la ansiedad  Hería al dedo sin dedal Fue la inadvertida señal De venir dolor y olvido. De fuego bordó los orillos En farfolla lo estamparon  A la talla quedó el traje Perfecto fue el disfraz. El arlequín de mil colores Disimula bien las lágrimas... Ya la rueca no hila, La quebré en mil pedazos Como lo hago con este poema: ¡Crash! .

Hoy caminé...

Hoy caminé Con los ojos cerrados Le aposté a la voluntad, mi suerte El destino se quería embolatar A todo o nada,  por eso me arriesgué La verdad era que el olor del perfume Me guíaba para ganar la apuesta Si algo fallaba, estaba dispuesto A utilizar todas mis mañas No quería tropezar Las trampas estaban a la orden del día las zancadillas las ensayé mil veces Hasta fingí un paro cardíaco -por si las moscas- Si iba perdiendo, tendría otro chance. Una y otra vez me repetí a mi mismo: -"Mi mismo": ¡tienes que ganar!- Sin mañas, sin zancadillas, sin paros Con los ojos cerrados Y el olor de tu perfume...  ¡Gané!

Cuernos de Luna

Era habitual, cada vez que pasaba cerca de la cañada sentía que algo volaba sobre mi rozando con manos suaves mi cabeza. Yo intentaba agacharme, cerraba los ojos y el miedo me dejaba quieto como una estoica figura, no me atrevía a moverme y menos aún de alzar la mirada, creía que si de pronto lo hacía me convertirían en una estatua de sal. Cuando, al leve zumbido que acompañaba un tintineo de abalorios de cristales de swarovski se los iba tragando el eco del viento, veía en ello la señal de que ya podía moverme y abrir los ojos. Imágenes de pequeños destellos iguales a chispas de diamantes caían a mi alrededor como gotas de lluvia y un olor sensual , silvestre y desnudo se apoderaba de mis sentidos rezumando los más hondos pecados. Eran casi las doce de la noche, todos los fines de mes ese era mi paso obligado para llegar a mi refugio: Un camino bordeado de jazmines de la noche que emanan un extraño perfume de inquietud y sosiego, de almizcleña dual, y se mueven danzando

Dos rosas una azucena

En la almena  Entre merlon y merlon De mi castillo de ilusiones, He puesto dos rosas Una azucena... Cuando llegues en la noche Me encontrarás despierto...  Debes traer las flores.

¿Cuál Amor?

Quiero peinar al desencanto Darle buena cara Pero no se deja  Por mas que intento No rompe su voto de silencio   ¿Que hago con esta tristeza? Si me visto elegante Se disfraza de corbata  No quiere cerrar heridas, -Por el contrario-  Deja sus venas abiertas  ¿Como será uno matarse?... Quién me ama  Dice que me lance al metro Será una muerte segura ... A mi me parece Que es más sofisticado Pegarse un tiro. Cuando pienso en el amor El suicidio se aleja al instante, Después retorna con una pregunta: ¿Cuál Amor?

Sé que te escondes...

Sé que te escondes En ese haiku Gigante Al que olvidaron Poner puertas... De reojo te vi Cuando cerca pasé.

¡He vuelto!

He vuelto Como una sombra en la maraña, ojeando ceñudo como el águila a quiénes están falsificando los arco iris. De negro visten mis atavíos, voy a pisar mas fino que de costumbre. He nacido en muchos siglos, todas las épocas conocen de mis muertes ¡Soy Alfa, soy Omega de yo mismo! ¡He vuelto! Buscando el beso perdido, el que se extravió en los labios; los abrazos en los círculos invisibles, las miradas que se esconden detrás de una pantalla; las ganas de destrozarlo todo, los impulsos contenidos, los arrebatos hechos flores... ¡He vuelto! A decirte que te quiero con un aliento suicida, sin corazón atravesado por flechas de cupido; a dar testimonio nuevamente de lo dicho, a decirte que te amo sin pena ni rubores delante de mil y un cibernauta, con mas formas en las palabras y el mismo sinónimo en su significado. He vuelto Con una poesía nueva que se alimenta como la antigua de sueños e ilusiones pero no cree en dragones que echan fuego con la le

¡Adiós!

Los adioses tienen el poder de volar. La sola palabra  adiós  cuando se pronuncia, suena a cristales rotos. Son unas alas al viento, cuyas plumas caen como si fueran lágrimas de bacará, las mismas que nadie recogerá porque están hechas pedazos. Llorar en las despedidas impulsa los vuelos sin mirar atrás, no hay marcha con reversa. Decir adiós rompe todas las normas, a veces son los ojos los que dicen ese  adiós .  Otras veces son las palmas abiertas mostrando las líneas de la vida, los ciclos vitales.  Mis adioses en las despedidas los doy de espalda, si miro de frente no me voy. El adiós hiere, y lastima más cuándo se le dice adiós a un fantasma, cuando nos despedimos de una ilusión o de un sueño. A ese adiós, lo acompañará por siempre un dolor que no se calma, una lágrima dispuesta y un ¡ay! como saeta atravesada en el corazón. Esos adioses que no vuelven, con sus caminos que nunca alcanzan el horizonte, son los que en verdad duelen. ¡Adiós! Es ho

Marasmo

Faltó un aliento  Un sólo impulso, Para que este marasmo No fuera caldo de cultivo  Faltó el alimento  Una sola gota, Para que este espíritu Fuera libre no furtivo. Lento marca el pulso  El alma está rota, Inocula tu silencio El virus de la ausencia. Frente a la chimenea Invisibles hay dos siluetas El frío del pasado, Lo calientan las brasas. Nervioso un espasmo Se agita como necio, El hambre y la sed Raquítico lo dejaron. Falto un hálito Un soplo Un empujón... O un Beso.

Esta tristeza...

Hoy he vuelto a recoger mi tristeza O más bien, ella me recogió a mí Es más veloz que yo, Me alcanzó en mi camino, Me cogió cansado, Me lleva en sus brazos Al club de los suicidas. El amor siempre es la causa Que yo sea lento en la huida. Vuelve el desierto alimentar mi sed . -Sentado doy la espalda- Un cactus como  cruz es el paisaje, La esperanza se clava en sus espinas. El sol se asquea con mi presencia Está harto de las bocas secas. Un bailarín pirata me enseñó un truco Para acabar con la tristeza. Me dijo que cada vez que llora el alma, bailara y bailara y bailara Y yo bailo, bailo ¡y bailo! Pero, ella también se sabe esos trucos Y me baila en la cara Burlándose de mis ánimos. Necesito quien la haga desaparecer En un sombrero de mago. Necesito tres palabras Que valgan como un vade retro. Necesito tu magia, Necesito que de un ojo Salga una estrella A espantar

¿Qué es el amor?

Hay quienes hablan del amor  como si fueran los dueños, casi por lo regular son los que del amor menos saben. La mayoría se desbarata en explicaciones cantinflescas, llenan textos enteros de estupideces, filosofías baratas de interpretaciones superfluas, psicologías extensas en un sin fin de palabras huecas que solo revuelcan la mente.  Otros, más osados, proponen guías con pasos enumerados a seguir, estos gurús pretenden que siguiendo cada etapa, las huellas del amor vuelven a retroceder. Planifican de tal forma sus recetas que hacen creer al ingenuo que la verdadera sazón está en ellas. Se les abona su buena intención, su granito de arena, pero les falta individualizar. El amor como la verdad no tiene una respuesta en general y nadie aún ha inventado la panacea en la que todos estemos de común acuerdo. De pronto hubo un tal Jesús que nos explicaba con las palabras exactas, las correctas, las precisas la esencia divina del amor pero lo callamos ¡Y de qué manera! Los poet

Soberbia

Las aldabas estaban soldadas por el tiempo, el óxido había hecho su trabajo; así lo descubrí después de escurrirme por una de sus ventanas, no sin antes haber quebrado todos sus vidrios, cosa que lamento.  Antes de entrar, pasé un buen rato intentando abrir con una ganzúa la chapa de sus puertas, ignoraba que había sido cerrada también por dentro, el que lo hizo debía estar dentro de ella, pero después de tantos años de hacerlo, de seguro estaba en esqueleto. La casa estaba casi en ruinas, pero como cosa rara, segura. Las hojas de enredadera se trepaban hasta los techos colgándole melenas, parecían con capul y muchos de sus tallos se metían sin permiso por las rendijas, pero la falta de luz los marchitaba en sus intentos. Era como si el exterior se camuflara con el monte queriendo esconder su pasado, huir de quién quisiera llegar a ella. El jardín se resistía a desaparecer, lo mas probable es que sus flores fueron sembradas con amor. Cuando el amor toca una semilla no s

Las Araucarias

Caía la tarde, gemía el viento, en un momento pensé que era el lamento del vecino que trajo del desierto, y lleva tres días completos llorando una ausencia. En tardes como esta, cuando silba el viento cerca a mi casa, lo hace a través del ramaje de las araucarias; enarbola en espiral besando los tallos, vuelve y baja abrazándolos.   Ellas son fósiles vivientes que tienen un pasado de millones de años y albergan en su savia todas las quejas de la humanidad. Quién haya escuchado silbar el viento en las araucarias sabrá de lo que les estoy hablando. Mas bien son llantos hecho canto, que al principio producen miedo, palidecen al sentimiento, son como la voz de un fantasma anunciando un huracán... después la tristeza gana terreno en el ánimo y más tarde la complicidad les da una palmadita en los hombros.  Uno empieza a identificarse con ellas, es como si nos hablaran, nos quisieran decir algo, dar algún mensaje o pedir auxilio. Pero no, ellas sólo traen la voz del amor ausente y

¡Llama y llamas!

¡Llamas por todas partes! Llamas de llamar y no lo haces Ese bendito móvil que no suena Ni siquiera lo piensas  Llamas de fuego También de las que arden Que de verdad queman  Llama y llamas. La una como las otras Me condenan. Si lo sabré yo Asiduo visitante del infierno  Tengo unos labios desiertos, Gemelos sedientos Del oasis de tus besos  ¿Cuanto más he de rogar al destino que te proyecte real? ¿Cuanto más o menos este viajero de sueños tendrá un lugar en tu memoria? ¿Lo sabrás tú... o tal vez el quizás nunca jamás? Llamas de llamar, Llamas de fuego, No lo haces... me quemas.

ELLA, ÉL

Ella, Lo miraba a través de la ventana. Él, Sentía que lo desnudaban unos ojos. A ella, Los rojos se le subían a la cara, A él, Cuando la miraba, se le salía la gana. Las ganas y el rojo Les cambiaron los colores. Ella, Los pintó de amores; Él, Con su mirada, abrió el cerrojo.

No puedo más...

No puedo más, Ciño el laurel a la derrota, Estoy vencido. Mis manos en la cabeza Atajan la explosión que hay en ella. Tu imagen pesa. Vivir sin ti Es como respirar al revés, Contener el fuego al dragón, El aliento que quema. ¡No puedo más! El mundo se equivoca Como dice la canción. Está realidad es un sueño Debo despertar. Cuando abra los ojos, No me falles, Debes estar.

La falta que me haces...

La falta que me haces, Hace que mi ser crezca diferente, Que vaya dando tumbos contra el viento, Más despacio aún, Contra la corriente. La falta que me haces No tiene nombre, errante es. Enjambre, hambre, voto. Todo me reta: El sueño que no quiere dormir La sonrisa que se perdió de mis labios El sol que se esconde cuando lo necesito, Hasta la luna que se burla de mí. Todo me reta: La mirada de aquél gallo púrpura Que pintó doña Juana en su figurita de cerámica. El silencio repetido en la garganta del poeta, Está olla de presión que pita como un tren que llega, El grito del majadero asustando su propio eco. ¡Todo, todo me reta por la falta que me haces! Esta presión que estalla contra está olla, Ese tren que conmigo no marcha, Este grito que canta más que el gallo, La cerámica que volví pedazos, La garganta que se ahoga porque se tragó al poeta, La mirada de doña Juana que l

... Y sigo...

...Y sigo haciendo ejercicios para olvidarte...  Primero: Flexiono mis ojos  Pestañeando de arriba hacía abajo  Para que no te miren ni de reojo  Segundo: Levanto mis pies hacía atrás, Para que no caminen hacía donde tu estas. Tercero : El tercero es... ¿Cuál es el tercero?... Ya se me olvido Por estar pensando en ti...

El destino y yo.

Que se te partan los huesos en dos; Eso duele. Que se te caiga de las manos una fina porcelana y se rompa; Se pierde plata . Si es a tu nuevo blue-jean -que acabas de estrenar- al que se le hace un roto; ¡Qué importa , está de moda! Si es un vaso que se te quiebra cuando saboreas el mejor de tus helados; Eso a veces pasa... va y viene. Lo único que no debes permitir nunca: Es que tus sueños estén rotos, Se te quiebre el espíritu, Se rompa la ilusión, Y se te parta el alma; Porque el destino y yo... Jamás te lo perdonaremos.

La Boda

Ella lloró en su Boda Era su Boda  No la de él  Ninguno de los dos Se casó con Ella. Ni el que la llevó al altar, Ni el que aún, la espera... La espera  la espera  la espera...

Los Noctámbulos

La noche, la recibo con los brazos abiertos, a la aurora con los brazos cruzados; la mano derecha en el corazón.  Mi sueño empieza a llegar cuando el sol copula en las mañanas, y cuquea con sus rayos los campos frescos, disponiéndolos a recibir su semen en las grietas de sus entrañas.  Soy noctámbulo, como tantos otros que me acompañan en estos momentos -sin saberlo- a robarle  pensamientos al insomnio. Ni mi alma sabe lo que yo siento ante una hoja en blanco: Cuando en ella empiezo a escribir, se me va la vida, la juego a cara y cruz. Es como si estuviera haciendo el amor a una virgen prohibida; de esas santas inmaculadas que jamás han sido tocadas por  hombre alguno, y el pecado no existe en su diccionario. Soy atrevido, es cierto no lo niego, por eso el peligro en cada frase acecha vigilante mis pasos. Pero que hacer; si no escribo me ahogo, no respiro, de todas formas, siento que muero. Escribo de todo y de mucho; escribo para mi,  para leerme, para

Te busco

Te busco Con este desespero Al borde de la calma Con este filo que corta Mi paciencia que te llama  Te busco  No respondes Sorda está el alma Muda la voz de tu sombra  Te busco  ¿Dónde estarás mi adorada amada? ¿ Cuál ingratitud te envuelve? ¿Qué olvido te esconde? ¿Cuál afán borra tus huellas? ¿Quiénes son ellas las que alzaron tu vuelo? Te busco  ¿Dónde estará tu adiós para vencerlo? ¿Cuál viento sopla tu espalda? ¿Qué coordenadas te atrapan? ¿ Cuál de los miedos te hizo caminos? ¿Quiénes son ellos los que te hacen invisible? ¡Te busco ................................................Vuelve!