Obra:"Doble Luna"(1889), oleo sobre lienzo 40,9 x 54,2cm del pintor español Casimiro Sainz Saiz 1853-1898)
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"Pitágoras con sangre (narra una tradición)
escribía en un espejo
y los hombres leían el reflejo
en aquél otro espejo que es la luna"
(Jorge Luis Borges, "La Luna", 1960).
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Todos los días me ensayo. Con nuevas ortografías me escribo repetidas veces. En "ostinato rigore, sapere aude" quiero saber de que esta hecha mi tinta.
Hoy voy a empezar a escribir un libro nuevo. Una nueva ansiedad me hará recorrer sus temblores, prisa y afán serán nuevamente mis guías.
Lo dejaré empezado igual que los demás... no me gustan los finales.
Algunas veces me convenzo de que no le tengo miedo a la muerte, parezco no temerle como lo hacía antes. Cuando pienso en ella (La Muerte) o la siento cerca, digo para mis adentros que si ha de ocurrir ya ¡que así sea! A fin de cuentas es regresar a donde pertenezco, es como volver a casa después de un largo tiempo.
Más sin embargo, en las noches paraselenes, donde la luna saca su mejor copia - entre las dos o tres de la mañana- me invade un temor que no se explicar. Un miedo extraño con sombras de pánico, empieza a dibujar rostros dilatados que ahogan sus gritos en mis delirium tremens.
Con vergüenza y mirando a todos lados (esperando que nadie me este observando), rezo una oración como tragándome un escapulario.
Este orgullo, herencia de Abraxas, no me deja ni en mis peores momentos.
Autocontrol es lo que necesito en esos instantes, pero la farmacia más cerca no está abierta y las de 24 horas me exigen fórmula médica.
Autocontrol... yo como HAL (La que sabe leer los labios), no creo en esa maldita palabra ni en sus efectos, eso sólo es una mierda plasmada en los libros de autoayuda.
"Bosson de Higgs" Son las palabras clave. Me las dieron como santo y seña para salir de la prisión de este monolito.
La partícula de Dios es la pieza que necesito para reemplazar el tornillo que perdí de mi cerebro.
"Algún día quizás podré decirte algo que sea importante/ algo hecho con sabiduría/ algún día sabré un poco mas de lo que sé/ poco a poco tropezando menos.../"
Así comienza la canción de Julieta Venegas que está sonando al fondo a la derecha.
Mientras la escucho -esperando tu llamada-, fabrico esperanzas con las cintas verdes que robé en ese baile, donde fingimos ser los anfitriones.
Tengo tus saludos que se resisten a irse, besan mi memoria con labios de ángel. Los besos que se alejaron se calcan en mi mente, es como si al fantasma del amor también le hubiese perdido el miedo.
Lamento tanto tus promesas. Decir que estarías cerca sin importar las distancias fue solo un paisaje, una falsa ilusión de mago. De los trucos el más barato, esa fue tu verdad.
¡Como me haces falta!
No son sólo unas palabras. Aire y fuego, aliento y calma... Autocontrol.
El autocontrol solo se adquiere cuando estamos muertos, perder el miedo a la muerte es lo más cercano. ¡Ataraxia! muerto en vida, eso es...
Es tarde para el cuerpo o muy temprano para quien madruga, pero no tengo sueño ni siento cansancio, estoy inerme mirando la obscuridad por la ventana.
No hace poco vi un fantasma caminar por el tejado, en sus manos llevaba sin fuego una antorcha recién apagada. Pasó de largo muy cerca sin mirarme... no hubo temblor ni frío.
Mi rostro es patético, tiene la expresión de los suicidas. Podría describirme con detalle pero sólo con una palabra basta: vacío.
No me explico tu ausencia, caminas hacía atrás devolviendo las huellas ¿Es así como habla tu silencio?
Definitivamente hay silencios que hablan de una manera extraña, son como lluvias horizontales de las que existen en mis sueños o como aquellas canciones sin letras que solo se tararean.
Escribir es igual a llorar, las lágrimas están en cada palabra, quien lo hizo por vez primera creó el más triste de los inventos.
En el reflejo de la doble luna - como en "El festín de Baltazar"- tres palabras nos han sido dadas:
MANE- TECEL- FARES .
Un texto bastante existencial. Las tres últimas palabras no las conozco, será un santo y seña, o mi ignorancia no me permite descifrarlas.
ResponderBorrarUn gran abrazo querido GEME.
Tu comentario me sirvió de santo y seña para traerme acá. Es un tema algo complejo, pero la cantidad de amigos que me hacen el honor de seguirme, me encierra a visitar un escaso número de blogs...
ResponderBorrarYendo a lo importante, en algún otro momento de mi vida, tu texto me habría atravesado como un puñal. Por suerte el amor me acompaña, si no, lo habría sentido como un canto desesperante y apocalíptico.
Tampoco entendí las palabras finales, pero lo digo como una realidad, no para pedirte que las aclares.
Un gran abrazo.
HD
Qué hermoso blog tienes. Me siento como en mi casa. Hay mucho aquí que nos acerca en la sensibilidad. Es un gusto compartir contigo en estos mundos virtuales donde nos une la realidad de la poesía, la literatura y el arte.
ResponderBorrar¡Un gran abrazo!
Amigo entrañable, amigo...
ResponderBorrarte siento cerca en la amistad, veo la riqueza de tu escrito y se asoma el espíritu y sus temores en él, dos elementos del hombre, el soplo vital y la angustia, no te alarmes la existencia es así de cambiante y emocionante por eso es tan linda la vida, te abrazo
Volví después de tantas peripecias... el huracán del tiempo me trajo de nuevo a sus pasos. Un saludo fraternal!!
ResponderBorrarPor cierto, noto que que padecemos el mismo mal de la aversión a los finales... Es un honor que me haya dejado leerle los labios esta vez!
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