(Dibujo: Passofinno)
A veces pienso -cuando escribo- que ya todo está dicho, que las palabras de tanto usarse se han gastado, que las frases se calcan unas a otras, que los fonemas de ser tan distintos se volvieron iguales. Parece que todas las letras fuesen una sola.
Cuando leo algo; un artículo de una revista, un verso de un poema, un cuento en un libro; me da la impresión de que me han robado las frases o que yo se las he copiado a otros. Me da la sensación de que yo no soy y otro soy el que soy. Es como si el dueño de la literatura estuviera jugando con ella a la rayuela o a los dados. Es como si la contemplara con un sadismo silvestre, con un maquiavélico divagar en su círculo vicioso, en la repetición de la repetidera, en ese reciclaje intelectual de nunca acabar.
Nos llenamos de lugares comunes, de los mismos asombros, de los previstos finales, de un afán imperioso de sobresalir, de ser aplaudido; de ser el dios del intelecto, de peinar constantemente el ego en los espejos de piedra... por más que se intenta en crear algo nuevo, se le nota en la costura los retazos de lo viejo.
¿Quién es el dueño de las palabras, el amo de las frases, el propietario de las metáforas?
¿Cuál de los decálogos es la praxis, las etapas que conducen a la conciencia?
Las palabras, cuando las quiero usar no se dejan, se alejan sin decir adiós, vuelven y regresan y coquetamente nos besan sin tocar los labios. Las palabras, brincan a saltitos entre los puntos suspensivos... Son como las mujeres, sino las consientes, las contemplas, las acaricias; no lo entregan todo, son un enigma. Cambian de significado como de vestido, si van de fiesta se visten de negro, si es a un velorio, lo mismo...
Pero en realidad no es esto lo que hoy quiero decir. Son otras las palabras por escribir y que sé que nunca las leerás, pero debo hacerlo:
Entre palabras y puntos suspensivos, encontré su huella...
¡YO SABÍA QUE VOLVERÍA A SONREÍR!
Hola mi querido Geme, este texto me parece sumamente interesante, si supieras que me pasa exactamente lo mismo, y aún peor creo que todos los libros del mundo se repiten como se repite la vida, pero de alguna manera habrá que expresarse seguro con las mismas palabbras pero con diferente significado. Quizás.
ResponderBorrarMe gustó mucho.
Encantada de pasar por tu espacio.
Muy bella reflexión. Yo también he meditado mucho sobre eso y como decía Borges...será que siempre estamos escribiendo el mismo poema?
ResponderBorrar¡Un abrazo!