(Foto: Passofinno)
Este lápiz es mágico, tiene un cuerpo bioplásmico a su alrededor, el poder del "Ki kung" le llaman, yo le digo aura. Por eso me acostumbré a escribir con él. Antes lo hacía con lapicero, por lo regular de tinta verde pero, me cambié a lápiz buscando un no sé qué... tal vez queriendo ahorrar papel (colaborar con el medio ambiente), además, si me equivoco al estar escribiendo, puedo borrar, añadir, corregir o quitar palabras que se concatenan con mala intención, con el ánimo de hacernos pensar más de la cuenta. Palabras brujas eso es lo que son.
Quizá también escribo a lápiz buscando fluidez o mas bien, evitando que en un futuro próximo o lejano, estas hojas se manchen, se destiñan, deteriorando las letras como ya me ha ocurrido antes con ciertos cuadernos de notas en los que había escrito: intentos poéticos, relatos experimentales, efusivos ensayos, crónicas dispersas, frases e ideas para posteriores cuentos y, principios de novelas inconclusas que de tanto estar en remojo, sudaron como manos de tímido, causando esa humedad que destruyó mis textos haciéndolos parecer como si fueran planos o mapas de antiguos tesoros piratas. Estoy seguro que así fue.
Pero, lo que en realidad quiero aquí contar, es sobre este lápiz con el que estoy escribiendo estas líneas. No sé porqué conté esas otras cosas anteriores, o mejor dicho: si lo sé, y es ahí donde está el detalle de este asunto del Lápiz Mágico. Cada vez que voy a escribir algo sale todo lo contrario a lo pensado, a la idea central del tema seleccionado. Él se adueña de mis manos, quiere forjar con ellas una distopía universal, tiene de esclavo a este pobre delitante como su pendolista de cabecera, me hace plasmar cosas que no tengo idea de donde salen, igual a como está ocurriendo en estos momentos con este calambur de letras cirílicas que acabo de borrar...
Será imposible seguir escribiendo por hoy, porque puedo cometer una barbaridad, presiento que este lápiz está como enojado, no quiere que yo revele su secreto, dice que es como quitarle la máscara a un luchador sabiendo que él es el vencedor; por lo que veo no es correcto, y puede desquitarse conmigo de alguna manera, está brillando más de la cuenta y con colores no muy sanos en los rayos de su aura, es mejor prevenir que curar; un lápiz mágico enojado es más peligroso que un escritor sin aplausos... "post hoc, ergo propter hoc" ¡hasta pronto! "sine die".
-¡Hola, hola!... ¿Hay alguien ahí?... ¡Hey oigan soy yo! (Decir YO es aliterativo, digamos que en parte si soy yo)... Bueno, bueno, hagamos de cuenta que ahí están...-
Yo siempre estoy aquí, aunque no veas mi aura.
ResponderBorrarEstas ahí, dibujada y silente, ardiente y amada. Tu voz es mi silencio
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