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Mostrando las entradas de mayo, 2009

Que nada lo impida

Quisiera que no hubiera distancias  Me gustaría guardarlas en un arcón Hacer de él  tambor, que toque a redobles  Llamar los guerreros que habitan en mí Combatir con ellos contra el espacio y los tiempos No quiero que más nada te aleje de mí ¡Ven, ven ya, que vencí en batalla!

¡Que no es mía la culpa!

Le digo a mi mano que esté quieta Cuando va a tocar a tu puerta, Pero no obedece, Es necia como mi corazón. Sé que  piensas que soy un tonto Por querer donde no hay amor, Pero no soy yo, es mi razón Que al verte, pierde el control. Sé que te enojas y me miras -Con desprecio- Cuando suplico uno solo de tus besos, Pero no es mía la culpa, es de mi alma Que necesita alimentarse en ellos. Hago ejercicios para olvidarte: Primero: Cuento hasta diez para no pensarte  Segundo: Hasta cien para no soñarte. Tercero : Cierro los ojos para no desearte... ¡Y que va! ¡No vale nada, nada, nada! ¡Es inútil lograr lo que no se desea! Sobre todo cuando mi conciencia sabe, Que mi ser no quiere olvidarte.

¡Me muero por besarte!

Todo era un misterio, desde el primer momento en que se llegaba y se abrían las puertas, un halo sosegado envolvía el ambiente, tocando en claroscuro cada rincón de la casa. Su luz intimista evocaba un fondo de un cuadro de Rembrandt, la esencialidad expresiva no necesitaba que los humanos la habitaran. El tragaluz y las sombras era el sello característico de la vivienda. Un olor a lavanda y pino silvestre, caduco y reprimido se aspiraba al entrar, tosigando levemente la garganta de partículas en polvo doradas, trasmutadas por el tiempo en un raro sabor a menta. No eran común las visitas y menos de extraños que nada tenían que ver con su pasado. Por eso el enigma habitaba cabalmente como dueño absoluto de aquél lugar, los silencios eran su voz y los sonidos de la naturaleza al clarear el alba, sus cantos. En la noche,  los arrullos invitaban al letargo de lo incierto. Dos amantes anónimos de la Internet se habían citado allí, debían cumplir una promesa hecha en la Red que re

La Bíata

Lo tenía por costumbre, todas las noches se asomaba a la ventana: abría cuidadosamente las puertas, revisaba el dintel, ojeaba las jambas. Casi siempre en las mañanas, llegaban hasta ella los toches a tocar a picotazos los vidrios, los marcos dejando en ellos sus huellas y despertándola con su algarabía.  Se enojaba, los ahuyentaba a cortinazos manteniendo su ventana cerrada.  Sólo como un ritual en las noches la abría, revisando que esos malditos pájaros de mal agüero no hubieran quebrado nada . A esa hora, casi la medianoche, su mal genio había desaparecido; hasta se reía sola -maliciosa- de su pelea matinal con los toches.  Acercaba su silla centenaria, aquella que había heredado de la abuela, se sentaba suspirando gemidos pausados, doblaba el brazo apoyando el codo en la baranda de madera y sosteniendo la cabeza con su mano. La habitual posición del pensador o del soñador. Miraba al cielo por unos momentos, lo escudriñaba como queriendo encontrar en una estrella s

Tristeza... más de ti

Y esta tristeza que vomita  Se cuela por el cedazo de miserias Pasa lo más fino  Filoso dolor rasga   Estorba  Incomoda  Fastidia  Da asco pensar como ella piensa  Se impregna  Se adhiere  Se inunda de baba Hasta en los últimos rescoldos de ser y piel  Caníbal de sonrisas  Glotona de alegrías  Le enojan los arco iris  Se traga las miradas que brillan  Las ilusiones que cabalgan Corta el aliento  Ahoga suspiros  Despluma las alas de todo lo que vuela  Siempre restan sus matemáticas  Divide y suma Sólo lo que le conviene. Tristeza eres Dueña  Ama y Señora  Knut de castigo Para quién se rebela  Un día de estos  No muy lejano  Te haré un drenaje... Y en un sólo tiro Me darás  la Libertad.

los hijos

Los hijos se beben a las Madres A tragos cortos  A tragos largos  Dobles y sencillos  Llenos rebozados  Su insaciable sed los acompaña hasta la vejez Sin darse cuenta Que Ella también, De Ellos tiene sed.

Esa Voz

¡Oh Dios, si el silencio es tu voz... no me hables mas que estoy cansado de escucharte!

Un problema

Es de gran devoción hacer poesía pura De vocación nivelar los sonetos En versos de amor, de odio y de ternura O de lamentos si quedan boquinetos  Hay veces quiero botar a la basura Métricas, ritmo y endecasílabos, Molestan demasiado cuando escribo De mi poesía sus llantos y amargura  Sin desfallecer jamás en lo mismo Siempre debes insistir mi amigo Lo dijo mi problema con la poesía. Debes conocer de sus reglas -decía- Lo que la  libera de su hermetismo Así se acaben ellas, o ellas contigo.

Mil gestos

Mil gestos vi en tu rostro Cuando el adiós se fue De rodillas se postró La esperanza del ayer. ¡Te fuíste! gritó mi alma -¡No volverás a mí, lo sé!- Dijo perdida la calma Incrédula de amor y Fe.

¡Hola!

Te estuve llamando Y el teléfono repicó, repicó y repicó... ¡Que desespero! Mis ojos daban vueltas por sus órbitas  El Ring-ring de tu aparato Fue muy claro, Hizo las veces de tu voz: ¡No estoy! ¡No estoy! ¡No estoy! Insistentemente me lo decía Y mi corazón que se trepó a mis oídos, No quería entender. Si hubiese hecho Desde un teléfono público mis llamadas, Lo hubiera reventado contra la cabina ¡Crash! Deseaba oírte. Mi alma enredada en su esperanza Creía con ansiedad que Al antónimo de sus lágrimas: Tu sonrisa, iba a escuchar... Todavía del todo, No dudaba de tu amor  ¡Pero no, es verdad! ¡Te fuiste, te fuiste y ya! Me convertiste en otro más De los que no creían En el final de los comienzos. Convencido de ello, Crédulo estoy de que... Tu adiós fue verdad  Nuevamente este equivocado Le da la razón a los sabios: Me engaño para aprender Que todo viene y todo va Y que de seguro, otra vez, Me volveré a equivocar.

Los poetas no mueren

Los poetas no mueren, se trasforman que es otra cosa.  Algunas veces, divagan como fantasmas por sus versos antes de convertirse -después del último suspiro- en una rosa, en un sueño que baila o en un duende que enamora. La naturaleza les dio ese poder porque están hechos con los primeros polvos del Big-bang, esa primera explosión fue el hálito divino que los lanzó a la eternidad. Los poetas no mueren, parecen que estuvieran muertos cuando agonizan, pero no es así; es sólo que están cambiando de piel, se regeneran al instante como las colas de las lagartijas, las estrellas de mar, los tentáculos de los pulpos, el axolotl Cortaziano para camuflarse entre los vivos. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué transformarse, regenerar y camuflarse?  ¡Pues pa´que no los jodan más!  Les llegó la hora de hacer lo que siempre quisieron y aprovechan -con la tal muerte- la oportunidad.  Es un pacto secreto genético entre la parca y ellos: Ellos fingen que mueren y convencen a el todo mu

El Balance.

Empecé a esforzarme acomodando mi sonrisa, de tanta dicha que tenía no me cabía en la cara, desdibujaba mis gestos, no debía incomodarme pero lo hacía, lo mas racional era ajustarla en su medida normal.  Hice varios intentos, incluso le ayude con mis manos, pero los Ja ja ja ja´s salían a borbotones, la risa se apoderó de mi rostro. Traté de encontrar la razón a tanta felicidad, el éxtasis no me dejaba concentrarme, solo sabía con seguridad que eran mas las desventajas, que las ventajas para estar triste, que para ser feliz. Pero, ahí estaba una sonrisa que no me cabía en la cara, no podía hacer nada para alejarla, me parecía al bobo del pueblo riendo, riendo sin saber porqué, ni pudiendo parar de reír No se después, porque me fui sintiendo culpable. La risa se tornó nerviosa, tanta alegría no es normal sin justa causa y mucho menos en los humanos enseñados a espantar la dicha a patadas. Algo de ella los incomoda, cuando se ven así sienten envidia de si mismos. Es como ga

El inventario

Una zozobra que no puedo con ella, pesa más que mi conciencia. El Sol entra por la ventana como pintando las baldosas, pero tengo frío. Al frente mío hay un reloj que no marca las horas, se canso de seguir el juego al tiempo, no quiere mas ser su juez y su verdugo. Las mismas paredes me miran o mas bien yo las miro, no me dicen nada, son mudas, pero yo siento que me hablan, como me hablan estas malditas ganas de todo y de nada. Dualidad dicen algunos que se llama, otros la llaman incertidumbre, los mas cultos angustia existencial, los soñadores desilusión, los poetas desencanto,  yo las bautizo: ¡Fracaso!  El inventario de mis posesiones me caben en los bolsillos... Son mis manos cuando las meto dentro de ellos a reblujar lo que está perdido.  Hay algo que aún está en mi memoria, un deseo que asesinó el presente porque no quiso que el futuro lo vistiera de gala. Alguien alguna vez me dijo con desprecio: -Las palabras no tienen dueño ¿A quién les pertenecen? ¿quién pu

Uno dos tres... un dos tres... un dos tres...

Hay silencios que son elocuentes, Que no callan, y cuando hablan Dibujan en la mente siluetas de pecado.  Sus voces son una orden, Sus palabras bendición o condena. Eslabones de pétalos en cadenas de flores Aprietan, ahogan, dan respiración boca a boca al besar. Tiempo de vals danzan en el salón...  Uno dos tres... un dos tres... un dos tres... Cuando La Mar busca la calma Se oculta en unos ojos,  El abrazo de su mirada Duerme sus furias.  De azul se pintan Las verdes esperanzas,  Del dorado de sus cabellos Los caminos del destino. El Sol que se cobija en el horizonte pide permiso para hacerse noche. El Silencio es mujer y una es la dueña  Lo sabe la Luna, ella es su cómplice... Uno dos tres... un dos tres... un dos tres... Dicen que lo más parecido a Dios  Es el Silencio porque es su esencia. Entonces pregunto: ¿Amarte con adoración como lo hago será pecado?  Sí es así ¡debo ser castigad

Sin nada.

Cuando es el dolor la voz del alma y la tristeza la cara de ella; hay un grito hondo, que ensordece el espíritu. Así estoy, hoy; con ese grito silencioso en el interior, destrozando las venas de la conciencia, rasgando a retazos sin compasión la sutil áurea de mi alrededor . ¡No deseo nada! la desilusión es mi dueña, le entrego todo, para que luchar si el destino es más fuerte que yo. Quisé dar un paso alto y olvidé que mis pies no tenían alas. Caí al vacío, en ese fondo que experimenta el culpable cuando le sentencian condena. De la esperanza no quiero dudar, eso me consuela; lo malo es que tampoco deseo creer en ella, eso me desespera. Pero, es un desespero sin tormenta, de truenos secos, es como un mar de aguas quietas, así, sin vida, sin sal, verdinegro; que se estanca, sin drenaje, que se pudre igual como se pudren los frutos que del árbol caen. Hay veces o casi siempre,  envidío a los suicídas; parece que ellos no dudaron y si lo hicieron no fue por más tiempo que nosotros;

Tres palabras.

No puedo dormir, Una pesadilla amenaza mi sueño. Bebe el insomnio de lo que me separa de ti Son tres palabras que encadenan tu silencio: La primera palabra es corta, Tiene dos letras, La que le sigue igual, La tercera una más Si presas aún las callas, Será mi vida quien las reclama; Si les das la libertad... Arrodillado te daré mi alma.

El Bordado.

Pescando la ilusión en mares de fantasía , Dos quejas, un grito y un amor oculto Desgarran el tejido, dañan su red. No lamenta el pescador lo que al fondo se fue, Quejas, gritos, desamor, llanto son el culto Llenan hasta derramar su alma vacía. Noches,días, luz, sombras se pintan de espanto Cuando en brazos levanta al cielo su pena. Es la red rota la que aflige su canto Aquella que con besos bordó una sirena .

¿Poesía?

¡Poesía! Poesía mía, poesía maldita, poesía bendita... ¿Qué me hace pelear con Vos? ¿La incapacidad de escribirte mejor?  ¿La amargura prosaica que tienen mis malos y cursis versos? ¡Oh mi diosa poeta! Mediocre inspiración aleja de mi ¡Lléname de tu mentira, Lléname de tu verdad! ¡Dame de tu mundo de sueños, De tus delirios, Hazme vasallo, Perro fiel, Celoso guardián , Esclavo del serrallo, Eunuco de tu Harén! Castígame con tus fantasías Trasmuta en mi tus insomnios, Golpea mis mejillas con el guante blanco de tus versos, Desafiame a duelo si lo deseas, Más, por favor... No te alejes de mí.

Por donde debo empezar...

¿Por donde debo empezar a inventar el como olvidar? ¿Como nublar la razón sin callar la cordura? ¿Que paso debo dar primero para que la locura no sea más mi dueña? ¿A donde debo ir? ¿Con quién hablar? ¿Que distancias recorrer? ¿Cuantas pesadillas más gritar? Atravesando ojales de filoso puñal ensarto preguntas con hilos de esparto. Marañas enredan respuestas, una a una las cosen donde no las hay.

Quiéreme siempre.

Que bueno sería que se te olvidara olvidar, sobre todo que "el olvidarme", no tenga cupo en tu pensamiento. Que bueno sería Corazón mío, que en tu mente no hubiese un solo rincón donde se pueda ocultar el olvido. Que bueno sería Vida mía, que sólo yo pudiera ocupar cada espacio de tus infinitos. Que bueno sería Cielo mío, que el recuerdo y la memoria estuvieran tatuados con nuestras imágenes, y con cada uno de los besos de distintos colores, inventando nuevos arco iris. Que bueno sería Alma mía, que aquellas palabras que un día me dijiste: -¡Quiéreme siempre!- se cumplieran en ti también como lo hago con las de: -¡No me olvides!- Hay veces que los días se voltean al revés, se paran en las pestañas, hacen malabares, muecas, mala cara. Al aliento lo desbaratan y el desgano se los traga; quedan hechos una piltrafa y es ahí cuando el Reino del desencanto toma posesión.  El Sol quema tanto como el frío y se le empiezan a ver las costuras como a éstas líneas.