(Foto: Passofinno) Hablo desde la ficción. Siempre entro a ella por la realidad sin ningún rasguño. En mi fantasía es donde mejor me encuentro, pero ultimamente siento que me hace daño. Los años siguen pasando y la ilusión no toma cuerpo alguno. Yo quiero creer, pero ya no sé en que o quien... Mi mundo se deshace. Ya no pregunto, de antemano sé que no hay respuestas, el silencio es el dueño de ellas. Nunca pensé que amar tanto fuera tan dañino. Nunca pensé que el poder del amor se dejará vencer por el tiempo, la distancia, el olvido... Debí aprender a caminar sin huellas, sin dejar rastro alguno ¿Para qué?... Si es porque la muerte cree que le huyo, se equivoca, es solo hacía ella, a donde va mi camino. Hoy quiero salir de mi ficción y entrar a la realidad pero temo a las heridas, la realidad es tan cruel como lo es el amar sin medidas, sin tiempo, sin distancias, sin olvidos.
La idea es no callar, sólo se le permite al silencio hacer presencia cuando piensa.