Cualquier hoja en blanco, siempre cautiva de inmediato al encanto; y sin tener una sola palabra escrita, ya tiene impresa -sin mácula- la seducción en cada una de sus líneas... Todo lleva al amor, todo me conduce a ella, a la mujer. Si quiero escribir sobre un tema cualquiera, como lo hago en este momento; por algún lado, ella y el amor entran sin pedir permiso a mi pensamiento: El ensayo quiere ser poema, el cuento termina romántico, y en la novela hay un temblor si se omite al amor, poco a poco se convierte en todo un tratado donde la pasión esculca hasta el rencor, y el placer se trasmuta en odio, los besos en desprecio y los abrazos en puñales; son habitantes que se escapan de la caja de Pandora a intentar vencer toda esperanza... Ella, cambia de inmediato el Universo y son mis deseos los que van tomando forma con todos los riesgos que conlleva ese amor. Me domina de la mujer su encanto, no puedo decirle que no...
La idea es no callar, sólo se le permite al silencio hacer presencia cuando piensa.