(Foto: Passofinno) Este lápiz es mágico, tiene un cuerpo bioplásmico a su alrededor, el poder del "Ki kung" le llaman, yo le digo aura. Por eso me acostumbré a escribir con él. Antes lo hacía con lapicero, por lo regular de tinta verde pero, me cambié a lápiz buscando un no sé qué... tal vez queriendo ahorrar papel (colaborar con el medio ambiente), además, si me equivoco al estar escribiendo, puedo borrar, añadir, corregir o quitar palabras que se concatenan con mala intención, con el ánimo de hacernos pensar más de la cuenta. Palabras brujas eso es lo que son. Quizá también escribo a lápiz buscando fluidez o mas bien, evitando que en un futuro próximo o lejano, estas hojas se manchen, se destiñan, deteriorando las letras como ya me ha ocurrido antes con ciertos cuadernos de notas en los que había escrito: intentos poéticos, relatos experimentales, efusivos ensayos, crónicas dispersas, frases e ideas para posteriores cuentos y, principios de novelas inconclusas que
La idea es no callar, sólo se le permite al silencio hacer presencia cuando piensa.