(Dibujo. PASSOFINNO) Esta cansada de rezar, de que todo lo que haga le sepa a oraciones. Si lo que Dios quiere es probarla se va a decepcionar porque ya tiene podrida el alma, a maluco le sabe. Su esposo le dice que aguante, que en lo fregao se conocen los valientes. De esos consejos también esta cansada. - ¡harta más bien! - diría su Mamá si la viera. Valentía y hambre tienen sus diferencias, - no son compatibles - dicen los ricos. El desayuno de hoy tuvo ese sabor a incienso, sería acaso por el milagro de haber hallado: tres tomates rojos, un gajo de cebolla y dos huevos totiados con los que hizo el hogao. Tal vez, algún vecino generoso se coló por el solar y los dejo en el poyo. Así es como habla la caridad, en silencio como la voz de Dios. Habrá que recordarle a la próxima que no se le olviden las arepas. Y, no es que quiera ser desagradecida y mucho menos conchuda, pero la verdad es que está hastiada hasta la coronilla de esos silencios, de esas mis
La idea es no callar, sólo se le permite al silencio hacer presencia cuando piensa.