(Dibujo: Passofinno) Tú y yo, nubes negras, desatando lágrimas como lluvias de cielo gris. Llegamos llorando huérfanos sin nadie para amarnos entre el odio y la pasión. De pobreza y esperanza, de miseria e ilusión son las raíces aferradas al ser como la mala hierba. Tú y yo, al abrigo en rebaño ajeno, de abrazos y besos y heridas en la espalda. Aún estamos aquí sin ser el ave Fénix que renace en cenizas porque el viento en contra se llevó su fuego. Tú y yo que somos dos en uno sumando tres para ser diez, las únicas matemáticas que son exactas, pues nacen del vástago que al sumar cinco no se equivoca. Ahí estás, con el ceño fruncido donde la ira dibuja las líneas de la angustia. Ahí estoy yo como si fuera un bonsái que solo florece de impotencia. Tú me amas como yo te amo, pretendiendo querer entre buenos recuerdos e imposibles olvidos. Tú eres polo a tierra no quieres volar, las alas son para las aves que siempre se alejan y cuando regresan vuelven y se van... Yo so
La idea es no callar, sólo se le permite al silencio hacer presencia cuando piensa.